Una noche sin luna, Mateo se despertó a la una
Tras la puerta, un ruido oyó... y ya un ojo no pegó...
Un monstruo apareció entre sombras y a su familia se tragó...
¡No dejó ni las sobras!
Soy el monstruo terrible y rojo... ¡Lo que quiero lo cojo!
¡Tengo hambre y te voy a comer!
¡A mí no me comas!... ¡ni en bromas me tocas!
no te tengo miedo; solo eres un notas...
¡A mí no me comas, déjame en paz!
¡A mí no me comas!... ¡que no, que no!
Si no me haces caso... te arrepentirás
¡Vuelve por donde has venido!
¡A mí no me comas!... ¡ni en bromas me tocas!
no te tengo miedo; solo eres un notas...
¡A mí no me comas, déjame en paz!
¡A mí no me comas!... ¡que no, que no!
Si no me haces caso... te arrepentirás
¡Vuelve por donde has venido!
Su osito, Cristopher y Pablete... se esfumaron en un periquete
A su tía Matilde se tragó y... ¡un gran eructo se tiró!
A mamá se la quería zampar de un bocado
y Mateo, asustado, le gritó muy enfadado...
¡Devuélveme a mi familia, cochino!
¡y te vas por donde has venido!
Entonces el monstruo se puso amarillo
y empezó a llorar como un chiquillo
Mateo a su familia recuperó y un fuerte abrazo les dio...
Todos juntos lo celebraron, porque del monstruo, al fin, se libraron
Soy el monstruo terrible y rojo... ¡Lo que quiero lo cojo!
¡Tengo hambre y te voy a comer!
¡A mí no me comas!... ¡ni en bromas me tocas!
no te tengo miedo; solo eres un notas...
¡A mí no me comas, déjame en paz!
¡A mí no me comas!... ¡ni en bromas me tocas!
no te tengo miedo; solo eres un notas...
¡A mí no me comas, déjame en paz!
¡A mí no me comas!... ¡que no, que no!
Si no me haces caso... te arrepentirás
¡Vuelve por donde has venido!
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